sábado, 1 de julio de 2017

La pesca en el Orinoco

         La masa ictiofaúnica del río Orinoco permanece casi intacta con unas 400 especies cuantificadas y un potencial pesquero medido en 45 mil toneladas por año. Actualmente se pesca sólo una cuarta parte.


         No existen registros claros que señalen cuándo comenzó la pesquería en el Orinoco, pero en el siglo XVIII, según el padre José Gumilla y Alejandro Humboldt, los lugareños ya la practicaban con sistemas que a través del tiempo y sin perder su calidad artesanal, han ido perfeccionando.
         En la actualidad podemos decir que los métodos de pesquería son de los más efectivos, probados en los países del mundo donde existen ríos como el nuestro, sin embargo, la actividad pesquera sigue siendo mínima comparada con la ingente potencialidad del río.
         Desde Puerto Ayacucho hasta el Delta se ha calculado con técnicas utilizadas por organismos como la FAO y la Unesco, que existe un potencial de 45 mil toneladas de pescado explotables al año, vale decir, un kilogramo por hectárea, tomando en cuenta la superficie de 45 mil kilómetros cuadrados del área inundable del Orinoco que es donde se da la pesca.
         Pero de acuerdo con estudios realizados por la División de Desarrollo agrícola de la CVG, desde Puerto Ayacucho hasta el Delta, la explotación de ese potencial está en el orden de las 10 mil toneladas, equivalente al 5 por ciento de la producción nacional que es de unas 200 mil toneladas al año.
         Caicara y Cabruta conforman entre esos dos puntos (Delta-Puerto Ayacucho) el polo de producción más importante con las especies cachama y curbinata que ocupan los primeros lugares de la producción global del sector, aproximadamente el 55 por ciento.
         Entre Las Majadas y Ciudad Bolívar cobra importancia la curbinata, el rayao, y el coporo, especialmente el último en un 60 por ciento y, finalmente, el Delta donde el morocoto y los bagres (lau-lau, dorado, blancopobre), ocupan el puesto principal. Además en el Delta se explota el busco o curito, un recurso que sólo se da allí en gruesas cantidades. De estas dos especies se producen unas 1.200 toneladas al año que salen a los mercados de Sucre y Trinidad.
         Fundamentalmente, el pescado que se produce en el Orinoco va hacia los centros de consumo a través de tres canales de distribución: uno situado en el eje Caicara-Cabruta, desde donde salen 6 toneladas al año dirigidas al mercado centro-occidental del país; otro que va de Ciudad Bolívar al sur de Anzoátegui y Monagas y, el tercero, que se dirige de Barrancas y el Delta hacia el Oriente, Caracas y Ciudad Guayana. Pero los guayaneses, además del pescado de río, también consumen pescado de mar que semanalmente llega de Puerto La Cruz y Cumaná en una producción de 6 mil toneladas al año.
         El pescado de río ha venido cobrando importancia comercial más allá del mercado local, desde finales de los años sesenta; en primer lugar, como consecuencia del crecimiento poblacional del país y luego, por disminución relativa de la oferta del pescado de mar a causa de la sobreexplotación de nuestros recursos marítimos a lo largo de la costa venezolana, agravada por métodos de pesca como el de arrastre, que hacen verdaderos estragos.
        
400 especies cuantificadas

         Durante los últimos veinte años el Estado venezolano a través del Ministerio de Agricultura y Cría, el proyecto pesquero de la CVG, el Instituto Linnológico de la UDO y entes privados como Fundación La Salle, ha venido dando importancia a la investigación biológica de los peces, convencido de que con un mejor conocimiento en este sentido se puede manejar mejor el recurso e incrementar la producción sobre una base más racional y conservacionista.
         Ese cúmulo de investigaciones evidencia la existencia en el Orinoco de una ictiomasa conformada por 400 especies, de las cuales tan sólo la Sapoara, el Coporo, el Busco, el Rayao y la Cachama han sido científicamente estudiados y catalogados, particularmente porque son los más importantes desde el punto de vista económico y los más abundantes también.
         El proceso de investigación, aparte de estimular la piscicultura en Guayana ha arrojado luces sobre facetas desconocidas de estas especies. Por ejemplo, hay cosas muy interesantes con las migraciones, especialmente de la Sapoara y el Coporo que obedecen a conductas muy particulares. Asimismo son interesantes los procesos reproductivos del Busco o Curito deltano.
         El Busco o Curito es un bagre pequeño que se captura en los caños deltanos, asociado a las formaciones de Bora, con la cual se alimenta. Desde 1970 la captura se ha venido incrementando hasta llegar actualmente a unas mil toneladas al año.
         La pesquería de esta especie se desarrolla durante los meses de verano, de diciembre a abril. El producto se concentra todo en el puerto de Barrancas del Orinoco y de aquí se distribuye hacia el norte y oriente de Venezuela, Trinidad y Puerto Rico. Sólo se explota una pequeña parte de su potencial y desde el punto de vista de la piscicultura, los ensayos hechos hasta ahora indican que crece muy rápido y tiene la virtud de reproducirse en áreas confinadas con lo cual sus posibilidades crecen mucho más. Es un pez autóctono del Delta, pero también se da en zonas del río Apure y río San Juan del Estado Sucre.

Piscicultura


         A partir de importantes ensayos realizados por la CVG, la piscicultura está tomando cuerpo en Guayana. En el cuadrilátero comprendido entre el Manteco, Guasipati, Tumeremo y Upata y también en el distrito Cedeño hay un buen número de parceleros dedicados al cultivo de peces para el autoconsumo. Cada familia tiene 200 kilogramos de pescado disponible: morocoto, cachama, pavón, busco, sapoara y coporo en lo que ellos llaman tapones o microrepresas. Es una producción adicional del Orinoco porque de sus lagunas vienen las semillas obtenidas durante el verano cuando se secan.
         Asimismo la Corporación Venezolana de Guayana viene realizando siembra selectiva de peces en el Lago de Guri a fin de mantener los niveles poblacionales de las especies que mayor impacto reciben de la explotación pesquera, se realizan siembras de alevines de especies que de acuerdo con ensayos previos se adaptan a las condiciones ambientales de la represa. En la población de El Manteco, para tal fin, opera una estación donde se realiza la reproducción inducida del coporo y el pavón. El coporo no llega a reproducirse dentro del lago, por lo que hay que sembrarle peces de un año de edad, luego del desove y conexión que establecen numerosos recursos de agua en el Lago de Guri durante la temporada de lluvias.

Piscifactoría flotante


         La Fundación La Salle a manera de ensayo instaló una Piscifactoría flotante en Represa de Macagua para la producción de híbrido cachama-morocoto gracias a un convenio con el Ejecutivo Regional a objeto de distribuir a bajo precio la producción, unos 100 mil kilogramos al año, en los sectores marginales de Ciudad Guayana.
         La Fundación La Salle tiene una estación Hidrológica en Guayana y desde 1984 con el apoyo de CVG-Edelca venía trabajando en ese proyecto de producción masiva de pescado continental que al fin cristalizó con un aporte de 15 millones del Ejecutivo Regional, luego de un ensayo exitoso en la Presa San pedro de Tumeremo, donde se cosecharon 600 kilogramos de cachama en una jaula.
         Otro proyecto en manos de los biólogos de la Estación Hidrológica de la Fundación tiene que ver con el cultivo del camarón de agua dulce, no obstante el ingente potencial de camarones marinos del Delta del Orinoco y que el biólogo Daniel Novoa ha estimado en 3 mil toneladas anuales. Pequeñas empresas nacionales operan en la Barra de Macareo y en la de Cocuima que producen camarones para todo el país, tratando en cierto modo de competir con la gran flota camaronera de Trinidad. Existe un convenio entre los gobiernos de Venezuela y Trinidad que autoriza hasta 60 embarcaciones de la vecina isla para pescar en el Delta, lo que ocurre es que en vez de ese número suman muchas veces hasta 200.




No hay comentarios:

Publicar un comentario