sábado, 29 de julio de 2017

Guayana

Guayana Region in Venezuela.svg


        De todas las regiones del país, Guayana, es la que acusa el crecimiento demográfico más relevante gracias a su empuje económico e industrial.

          Guayana es prácticamente el Estado Bolívar aunque dentro de la llamada regionalización administrativa se le incluye también los estados Amazonas y Delta Amacuro que engloban el 49,8 por ciento (457.095 KM2) de la superficie territorial y el 5,8 por ciento de la población (1.086.000 hab.)
         En ella se dan condiciones y convergen recursos para una ingente infraestructura de desarrollo que tiene su centro dinámico de irradiación en la moderna Ciudad Guayana, con más de la mitad de la población total de la entidad federal.
         Guayana cuenta con recursos mineros (Placeres auríferos y diamantíferos, grandes yacimientos de hierro, bauxita y minerales no metálicos y radiactivos) forestales (3.203.250 ha. de reservas); agua abundante para la industria, la navegación, la agricultura y el consumo humano; energía hidroeléctrica abundante y a bajo costo (75 por ciento de potencial bruto de Venezuela) petróleo y gas en la cercana región de Oriente que incluye la Faja Petrolífera del Orinoco; capacidad portuaria para manejar un intenso tráfico fluvial superior a los 700 barcos por año mediante el uso de diez embarcaderos así como recursos turísticos de primer orden todo lo cual integra una economía capaz de ser autosuficiente en renglones como el aluminio y el hierro o el sector turístico donde se conjugan las posibilidades históricas con bellezas naturales de primera magnitud. Sumado a ello el Orinoco como un recurso no solamente de transporte con fácil salida a los mercados internacionales sino como fuente alimentaria en razón de su gran ictiofáunica y extensas márgenes feraces para cultivos de corta periodicidad.
         Estos recursos, mediante la rectoría de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), contribuyen a la diversificación de la economía nacional mediante proyectos industriales y mineros que cada quinquenio se van incorporando por parte del Estado y del sector privado como ha sido, por ejemplo, el caso de Sivensa con una planta de briquetas de Acería en la zona industrial de Matanzas.
         Pero las empresas pioneras y que le imprimen gran empuje económico e industrial a la región son Edelca, fundada en 1953, que produce a través de la Central Hidroeléctrica de Guri, unas de las primeras en el mundo, 10 mil megavatios igual a la mitad de la energía eléctrica que se consume en el país; Ferrominera, empresa producto de la  Nacionalización en 1976, con una capacidad instalada de 25 millones de toneladas de hierro para el mercado nacional y foráneo; la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), factor predominante de la actividad industrial de la región, comenzó su actividad en 1962 a través de una factoría donde trabajaban 15 mil obreros y destinada a procesar mineral de hierro para obtener productos de acero acabados y semi-elaborados; Fesilven, productora de ferrosiliceo para la industria nacional y competir en los mercados internacionales con una capacidad instalada de 50 mil toneladas; Bauxiven, creada en 1979 para explotar los yacimientos de bauxita de los Pijiguaos, con una capacidad de 8 millones de toneladas dirigidas a satisfacer la demanda de Interalúmina dentro del proyecto integral del aluminio;  Interalúmina, que entró en operación en 1983 para transformar la bauxita nacional en alúmina, materia prima básica para lograr el aluminio; Alcasa, con capital mixto integrado por CVG más Fondo de Inversiones de Venezuela y la Reynolds Internacional, que opera desde 1967 con una capacidad progresiva a las 200 mil toneladas / año de aluminio primario y varias empresas asociadas; Venalum, empresa mixta de capital venezolano-japonés que desde 1978 produce 280 mil toneladas de aluminio primario en diversas formas para fines de exportación y Minerven, empresa del Estado que explota el oro de veta de El Callao para comercializarlo en forma rentable además de promover el desarrollo de la minería aurífera.
         También la “industria sin chimenea” tiene cabida preponderante en el desarrollo de esta región, aunque aún en estado incipiente. Ciudad Guayana, Ciudad Bolívar y Canaima se presentan como núcleos receptores e irradiadores hacia otros puntos como Guasipati, Tumeremo, Upata y El Callao, de corrientes turísticas provenientes de Europa, Japón, los Estados Unidos, Canadá y del resto de Venezuela.
         Entre los lugares de atracción turística importantes destacan el Parque Canaima con su plácida laguna de arenas doradas y morichales sumergidos, alimentada por cataratas de impetuosos ríos y una infraestructura confortable y armonizada con el medio ambiente; los Tepuyes imponentes emergidos de la gran Sabana, llamativamente el Auyantepuy de donde se desprende el Salto Ángel considerado como el más elevado del planeta y las misiones de Kamarata, Wokwn, Luepa, Kavanayén y Santa Elena de Uairén en plena línea fronteriza con Brasil.
         Ciudad Guayana donde debido a su desarrollo se localiza la infraestructura urbana más importante, ofrece aparte de su complejo industrial y su urbanismo totalmente moderno, el paisaje natural del Salto la Llovizna, el Parque Cachamay, el Parque Loefling los Castillos de Guayana ya en área deltana y a 60 kilómetros al sur el Lago de la Represa de Guri.
         Ciudad Bolívar combina el paisaje natural del Orinoco y la misma topografía única de la ciudad con los monumentos históricos y el Museo de Arte Moderno Jesús Soto que reúne coherentemente obras de los artistas plásticos prominentes del mundo desde finales del siglo anterior hasta el presente y el Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco con 200 años de pintura venezolana. El casco urbano de la ciudad  fue declarado Monumento Público Nacional y actualmente es objeto de un proceso de revitalización en el que participo inicialmente el Instituto de Cooperación Iberoamericana. Aparte de ello el gran atractivo turístico por su ferial colorido y mágico influjo lo ejerce la Pesca de la Sapoara durante el mes de agosto. La Sapoara es un pez de proteica y exquisita carne, cuya sola pesca con atarrayas frente a Ciudad Bolívar es todo un espectáculo.
         Gallegos dice en su novela Canaima que la Sapoara, especialmente la cabeza, surte en los hombres el mismo efecto mágico que el agua de la piedra de Santa María en Upata, adonde las lindas muchachas del Yocoima llevan a sus novios forasteros para bautizarlos a fin de que se queden allá para siempre casados con una upatense.  



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