miércoles, 24 de mayo de 2017

Casas Boccardo



La Casa Boccardo, en el área plana del Casco Histórico de Ciudad Bolívar es  parte de las edificaciones de galerías del Paseo Orinoco, con arquitectura porticada a dos niveles  y clara influencia antillana, fue restaurada por iniciativa de sus propios dueños.

Junto con la antigua y colonial cárcel pública, la llamada Casa Boccardo ocupa una cuadra del Paseo Orinoco y forma esquina con la calle Libertad.  Su galería superior está soportada por once columnas lisas de hierro, coronadas por capiteles de estilo compuesto.  Es uno de los inmuebles  comerciales más atractivos, data del siglo pasado y en él funcionaba la Botica Alemana de Meyer & Cia, destruida por un incendio de grandes proporciones  el 23 de marzo de 1911.
         Entonces fue reconstruido por el doctor José Afanador, quien personalmente dirigió los trabajos a un costo de 170 mil bolívares ejecutados por el alarife P. Luchesi y terminados en 1912.
         Posteriormente, el inmueble fue adquirido para una sucursal de la firma  J. Boccardo y Cia que tenía su centro de operaciones en Caracas.  Su propietario, José Boccardo, quien figura hoy como pionero de la industria del calzado en Venezuela, tenía otras empresas, entre ella, la Tenería de Catia integrada a una industria de calzado que surtía de botas al ejército y Policía de Caracas y la fábrica de cigarrillos Aída y Flecha Roja
         Nacido en San Pietro de Arenas (Italia) el 23 de julio de 1845, José Boccardo llegó a La Guaira por accidente a la edad de diecisiete años y comenzó a trabajar como mandadero de la casa comercial  Astengo, Silombria y Delfino.  Para redondearse el salario, laboraba de noche como caletero y durante su escaso tiempo libre estudiaba contaduría, castellano e inglés.
         Sometido, no obstante su juventud, a una serie de privaciones, economiza de una manera tal que llega en 1890 a convertirse en socio principal de la firma donde se había iniciado como mandadero.  Es cuando la anterior razón social de la firma se convierte en J. Boccardo  y Cia. y es mudada a Caracas donde el señor Boccardo fija su residencia y se abre campo hacia la industria del tabaco y del calzado.  Expande sus negocios hacia Guayana atraído por el oro de El Callao y la floreciente ganadería estimulada por el mercado antillano.
         Adquiere la casa de la antigua Botica Alemana, establece la sucursal de su compañía  y al frente de la misma coloca a su hermano Carlos Boccardo.  Abre operaciones para intervenir en el comercio del oro y la ganadería y funda una compañía naviera para exportar ganado a las Antillas.  Coloca depósitos en bancos del exterior con tan mala suerte que lo atrapa la crisis financiera de 1929 que compromete a casi todas sus empresas.
         El 8 de marzo de 1940, la Casa Boccardo sufre grandes daños a causa de un incendio que también afecta a su vecino A. I. Souky.  No era el primero del inmueble ni tampoco el de la firma mercantil pues al Teatro Caracas, del que también era dueño Boccardo, había sufrido un siniestro similar durante la presentación de la obra Romeo y Julieta, pero el Teatro Caracas tenía una póliza contra incendios del Seguro la Previsora, la primera emitida  en Venezuela en 1914  y la que se hizo efectiva en 1919.
Don José Boccardo  falleció en Caracas el 26 de noviembre de 1938 y posteriormente su hermano Carlos, quien dejó como heredero de la Casa Boccardo de Ciudad Bolívar a su único hijo y heredero directo Humberto Boccardo, quien estuvo manejando el negocio hasta 1994, año de su muerte cuando lo sustituyó su hijo Ricardo.
  El negocio de ferretería que funcionaba en la casa de estilo antillano de Ciudad Bolívar fue mudado a un edificio moderno en el Paseo Meneses y este antiguo inmueble del siglo pasado adquirido por una empresa del Banco Orinoco que, a su vez, lo cedió en venta a su actual propietario Michel Harbie, quien de acuerdo con las normas de la Ordenanza del Centro Histórico lo sometió a un proceso de restauración de sus fachadas, también de sus espacios y muros internos, pero adecuados a la actividad mercantil que inició con el nombre de Centro Comercial Galería Orinoco.  En su  terraza está previsto que funcionará un restaurante con espectacular vista del Orinoco y eventos socio – culturales además de una tasca y parrillada permanentes.


Alemanes e Italianos


Existe en Ciudad Bolívar otra firma mercantil tan importante como la Casa Boccardo, que se mantiene indefinidamente en el tiempo, tal la Casa H. Welle, también del duro y árido ramo de la ferretería,  que abandonó el Casco Histórico para reubicarse en el Paseo Meneses.
Los alemanes, al igual que los italianos, tienen colonias enraizadas en la capital bolivarense. Los italianos desde tiempos de la Colonia con el genovés Juan Bautista Dalla Costa y los alemanes desde tiempo de la República con Georg Blom, quien en 1929, desde Angostura, inició en Venezuela la más importante inmigración de comerciantes alemanes de Hamburgo y Lübeck y al poco tiempo se convirtió en líder de las casas comerciales extranjeras en franca competencia con Boulton & Cía.
Georg Blohm al establecerse en Angostura en 1829, se asoció con Juan Bautista Dalla Costa y se entronizó como el primer cónsul de Hamburgo en Venezuela.  Al romper la sociedad con Dalla Costa, se transformó en próspero comerciante con casas comerciales en La Guaira, Caracas, Maracaibo, Barquisimeto y Ciudad Bolívar.
La Casa Blohm en Ciudad Bolívar fue famosa hasta la mitad de este siglo y por ella desfiló la más importante corriente de alemanes que se quedaron en Ciudad Bolívar, entre ellos y de la última generación, se cuenta Hans Welle, quien luego de trabajar ocho años en la Casa Blohm, compró el Hato ¨La Puerta¨ en San Francisco de La Paragua y posteriormente, obligado por la educación de sus hijos Klaus y Ursula, estableció un comercio de ferretería y construcción en Ciudad Bolívar que junto con el de Boccardo es y continúa siendo el más tradicional e importante de la región.
El 25 de noviembre de 1949, H. Welle fundó su firma mercantil y estuvo al frente de ella hasta la edad de noventa años junto con su único hijo varón Klaus y nietos.
La Ferretería la instaló al principio en la calle Bolívar, luego muy cerca de la firma mercantil F. E. Salazar, gerenciada por  J. M. Sucre Ruiz (Chipo Sucre), después en la casa que hace esquina entre las calles Venezuela e Igualdad y finalmente en el Paseo Meneses en un moderno edificio y depósito, al lado del cual construyó su residencia.
Allí vivía junto con su esposa Hanna recreándose en sus ratos de ocio en un jardín que él mismo cultivaba utilizando semillas de flores importadas de Europa, afición heredada de sus abuelos de Lübeck donde nació en 1906.  Cuatro años después nació Hanna con la que se casó.  El 17 de septiembre de 1927 llegó a Ciudad Bolívar, contratado por la Casa Blohm y desde entonces no tuvo otro horizonte que el Orinoco.  Aquí se nacionalizó venezolano junto con su esposa y se prolonga a través de sus descendientes, lo mismo que aquel José Boccardo, italiano, pionero de la industria del calzado en Venezuela.
La antigua Casa Welle, entre las calles Igualdad y Venezuela, solamente adoptó el nombre por la solidez y proyección de la firma comercial, pero el inmueble en si era propiedad del ruso de Leningrado G. Kobritz, quien se radicó en Ciudad Bolívar tras la revolución Bolchevique.  Aquí fundo hatos y la casa de la ferretería la vendió a Aquiles López, antiguo buhonero apostado en  la acera de la Cárcel Vieja en la Paseo Orinoco.  La Casa no ha sido restaurada, se mantiene gracias a su bien consolidada mampostería, con su misma estructura del siglo pasado sirviéndole de asiento al Bazar Guaicaipuro y otros comercios.





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