Fue un biplano Curtis que trajo de Filadelfia Frank Boland. Pesaba 300 kilos y su fuselaje estaba hecho de tela, abrochada sobre varas de bambú. El mismo que voló por primera vez sobre Caracas, Valencia, Puerto Cabello, Barquisimeto, Maracaibo, terminando trágicamente su periplo en Trinidad con la muerte de su único y audaz tripulante.
Pero
antes que el neoyorquino Frank Boland habría
podido ser con mayor suerte Pedro
Coll Font el pionero de la aviación en
Venezuela, pues en 1883 con motivo del centenario del natalicio del Libertador
solicitó autorización oficial para prueba y demostración desde El Calvario de
una “máquina voladora” de su invención, pero por falla imprevista nunca pudo
realizarse.
Fue el
26 de septiembre de 1912 cuando en Venezuela, específicamente en Caracas, se
experimentó la emoción de ver por vez primera despegar y desplazarse como ave
una máquina voladora. Pero la aviación para ese entonces ya era una realidad
que en Europa avanzaba a pasos acelerados.
Los aviadores europeos volaban unas 80 mil millas por semana y ocurría
una desgracia por cada cien mil de recorrido.
Frank
Boland llegó a Venezuela acompañado del también aviador Charles Hoeglich, Carl
Strom y Fausto Rodríguez, integrantes de la empresa “Boland Aeroplane and Motor Company” para hacer una demostración de
los aparatos que fabricaba y estaban en vías de perfeccionamiento, las
demostraciones se hacían en las ciudades que las solicitaban y los gastos se
cubrían a través de contribuciones públicas y privadas. La que se hizo en
Ciudad Bolívar, por ejemplo, costó diez mil bolívares, pero los bolivarenses
disfrutaron varias en calidad de prueba que antecedieron a la oficialmente
convenida.
El
primer vuelo que se hizo en Caracas el 26 de septiembre fue de prueba y muy
breve dentro del mismo radio del Hipódromo del Paraíso, pero el oficialmente
convenido ocurrió el primero de octubre por la tarde y el pueblo de Caracas
concurrió masivamente a ver volar el biplano sin cola de Frank Boland que
despegó hacia La Vega donde se perdió de vista y luego apareció más elevado
siguiendo la corriente del Guaire. Enrumbó por el Este de la ciudad y giró
hasta pasar por sobre el gentío aglomerado en El Calvario. Fue un vuelo de 50
kilómetros cubiertos en 27 minutos a una altura máxima de 5 mil pies.
Una
semana después, el 7 de octubre, los caraqueños y especialmente el Presidente
Juan Vicente Gómez y su gabinete, disfrutaron una competencia entre los
aviadores Frank Boland y Charles Hoeglich por la copa “El Universal”, entre
Caracas y Antímano, que Boland cubrió en 19 minutos y 20 segundos. Hoeglich no
le pudo disputar el premio, pues su biplano capoteó durante el despegue.
Después
de Caracas Frank Boland voló en Barquisimeto el 3 de noviembre por la tarde. El
domingo 23 a la misma hora, tanto Boland como Hoeflich volaron en Valencia,
pero siempre el último con mala suerte pues por averías en la máquina debió
aterrizar tan pronto despegó. El 24 la demostración fue en Puerto Cabello y de
allí pasaron por barco hasta Maracaibo, donde Frank Boland voló el 16 de
diciembre durante 23 minutos, logrando altura máxima de 1.500 pies.
¿Cuándo
volamos?
¿Cuándo
volamos? se preguntaban los bolivarenses atraídos por las noticias que llegaban
a través del telégrafo. El vespertino
“El Luchador” de los Suegart comentaba con cierto humor irónico: “Han volado en
Caracas, en Valencia y hasta en Puerto Cabello y volarán en Barquisimeto, han
volado, no los habitantes de aquellas poblaciones, sino dos audaces yanquis.
Eso de volar no se ve todos los días. Muchos vuelan como Ricaurte en San Mateo,
que fue un vuelo sublime e inmortal, pero el vuelo de los misters, es un vuelo
en aeroplano, y verlo no cuesta mucho, con cuatro caballeros de buenos
sentimientos que se unan en Empresa aérea, los sudorosos hijos de Ciudad
Bolívar, podremos ver a Boland y Hoeglich volando. A ver quiénes se atreven a
esa gran volada”.
La
nota apareció el cuatro de noviembre, pero no fue sino el 23 que un grupo de
distinguidos bolivarenses encabezado por el Presidente del Estado, Luis Godoy,
quien aportó 2 mil bolívares, se puso de acuerdo para recaudar 10 mil bolívares
que costaba la demostración y gestionarla antes de que se venciera el plazo de
permanencia de Frank Boland en Venezuela.
El grupo
nombró un “Comité de Aviación” presidido por Fritz Kuhn e integrado además por
Gumersindo Torres, Andrés J. Pietrantoni, Arturo Ochoa, Tobías Uribe, Domingo
Valera, José Acquatella, Jorge Suegart, Julio Tomassi Pedro Echeverría, Abraham
Tirado, José Ochoa y el gobernador del Estado Dr. Luis Godoy como Presidente
honorario. A la reunión también asistió el representante de Boland, Fausto
Rodríguez, quien prometió la presentación para mediados de diciembre,
inmediatamente después de Maracaibo. Pero, debido a un incidente en la ciudad
zuliana, no fue posible sino ya comenzado el año 1913.
Frank
Boland y sus acompañantes llegaron a Ciudad Bolívar en el vapor Delta el 2 de
enero y quedaron gratamente impresionados de la arquitectura y características
topográficas de la ciudad. Prometieron entonces hacer la demostración tan
pronto se ambientaran y pudieran acondicionar sus aparatos en la “Laja de la
Llanera”, lugar escogido, según dijeron, “por
las buenas condiciones topográficas, convenientes para las evoluciones del
aparato aéreo”.
Primer vuelo
sobre Angostura
De
manera que el día domingo 5 de enero de 1913, los bolivarenses tuvieron una
cita en “Laja de la Llanera”. Querían ver volar un avión sobre Angostura, pero
quedaron frustrados, pues a las 9 y 17 minutos cuando Frank Boland arrancó su
biplano Curtis, sin cola y con peso de 300 kilogramos, apenas si pudo
mantenerse en el aire durante 18 segundos tras recorrer una distancia de 200
metros. Se quejó de una falla en el motor y pospuso la prueba para las 5:45 de
la tarde, pero con la misma suerte.
Durante
tres días Frank Boland y Charles Hoeglich estuvieron haciendo ajustes y
afinando las máquinas para ver cuál de los dos biplanos se prestaba mejor para
la demostración. Al fin el día 9 hicieron otro intento con mejor suerte. El
biplano se elevó 100 metros y permaneció en el aire diez minutos dentro del
mismo radio de sabana que era la “Laja de la Llanera”. Quedaba fijado así el
día jueves 9 de enero de 1913 cuando los bolivarenses vieron por primera vez un
avión en el aire. El viernes 10 Frank Boland hizo una demostración en honor al
Presidente del Estado Dr. Luis Godoy, quien asistió a la Laja de la Llanera
acompañado de los generales Tobías Uribe y Juan Alberto Ramírez, Comandante de
Armas del Estado. Asimismo el Batallón Zamora Nº 14 y numerosos angostureños.
Este segundo vuelo feliz duró 7 minutos a una altura de 150 metros.
El vuelo
oficial contratado por el Comité de Aviación se realizó el domingo 12. Frank
Boland se elevó en su biplano a las 8:24 de la mañana y aterrizó diez minutos
después (8:34) tras volar el centro de la ciudad.
Este
vuelo galvanizó aún más el entusiasmo de los bolivarenses, no obstante su
conmoción por el asesinato cometido el día anterior contra el Capitán Francisco
de Paula Varela Quintana, instructor de las Fuerzas Nacionales, destacado en el
Batallón Zamora de Ciudad Bolívar. A las ocho de la noche del sábado, el
oficial se hallaba conversando con la dama de una casa, entre las esquinas del
Descanso y el Hospital, cuando un individuo desconocido le disparó un tiro que
le atravesó la masa encefálica.
Despedida y
muerte de Boland
Frank
Boland y sus acompañantes se despidieron de la ciudad después de haber
permanecido en ella 14 días. El 15 de enero en el vapor “Delta” embarcó junto
con sus acompañantes y dos biplanos desarmados, rumbo a Trinidad donde ya
trabajaba un Comité para hacer una demostración igual a la que disfrutaron los
bolivarenses. Jorge Suegart le regaló un botón de oro cochano de El Callao.
Frank
Boland llegó el viernes 17 a Puerto España. Pocos días después de su llegada,
se convino en que debía dar un vuelo de exhibición en la sabana de “Quenns`Park” el sábado por la tarde, y
con tal fin se abrió una contribución pública a beneficio del aviador, tal cual
como se hizo en las cinco ciudades venezolanas, incluida Ciudad Bolívar, no
obstante que el espectáculo sería gratis para el público en general.
Preparándose
para el día oficial de la exhibición y como incentivo además al goce del acontecimiento,
Frank Boland decidió hacer un vuelo de prueba el miércoles 5 de febrero por la
tarde, pero con tan mala suerte que después de un despegue feliz y cuando
volaba sobre una mansión de Saint Clair, su aparato descendió repentinamente y
en fracción de segundos cayó al suelo hecho pedazos. Frank Boland quedó lanzado
como a unos cuarenta pies del aparato. Auxiliado por vecinos cercanos fue
llevado al Hospital Colonial donde la autopsia determinó fracturas de las
costillas del lado izquierdo, una de las cuales atravesó el corazón causándole
la muerte.
Frank
Boland fue sepultado en el Cementerio Lapeyrouse, donde permaneció hasta que
sus restos fueron trasladados a Nueva York el lunes siguiente por el “Vasari”,
de la línea Lamport & Holt.
El
bolivarense Juan Manuel Rodríguez, residenciado para la fecha en Trinidad, fue
testigo ocular del accidente mortal del primer avión que surcó los aires
venezolanos. En carta enviada a su hermano Elías Rodríguez cuenta lo que hizo
cuando vio que el biplano se precipitó a tierra: “Hacia allá eché a correr entonces y llegué con dos o tres más que
siguieron de la hondonada de la estación de St. Clair; pero hermano, no creo
ver jamás rostro de muerto más sereno; no había en él la menor contracción,
nada que indicase dolor ni espanto, y por toda señal de lesión, un hilo de
sangre, muy fino, que le corría sobre el lado inferior; los ojos abiertos
naturalmente, pero sin luz; la respiración paralizada: la muerte fue
instantánea. La autopsia demostró que casi no le quedó costilla sana y que la
fractura de éstas lesionó el corazón y los pulmones en varias partes. Esa
operación se efectuó en el Hospital a donde lo condujo un automóvil que venía
del centro de la sabana y que hice parar con ese objeto. En la tarde del día
siguiente, lo sacamos de allí para el cementerio con una concurrencia
desbordante de pueblo, que en su manifestación de simpatía por el noble muerto
me hizo amar más la democracia. Dios acoja en su seno el alma del héroe
vencido!”.
Saludos Américo, siempre es un placer conseguir estos relatos que amplían los detalles sobre la estancia de los aviadores Boland y Heoflich en nuestro país.
ResponderEliminarMás por el bien de la historia, me resulta necesario hacer unas acotaciones con el deseo de hacerlo más preciso.
- Lo más importante, LA FOTO: Ese no es Boland, es Cecil Peoli en Caracas en 1914, en un avión CON cola y SIN cabeza (opuesto al de Boland). Te anexo un par de fotos de la exhibición en Bolívar, y te ruego reemplaces la foto de esta publicación. Éstos artículos son muy compartidos y es un error con el que estoy luchando desde mucho.
- Como mencioné antes, el apellido del piloto que acompañaba a Frank Boland era Hoeflich, no Heoglich.
- El avión no era de bambú, era de abeto.
- El biplano usado no era un Curtiss. Boland trajo dos aviones de su propio diseño y manufactura. Uno "sin cola" construido en 1912 y bautizado Blue-Bird, y otro "convencional" de 1911, de su empresa "Boland Aeroplane & Motor Co". Los motores tambien eran de su manufactura, diseñados po su hermano Joe.
- [Solo como nota: Las fallas de motor son atribuibles al accidente un mes antes en el Lago de Maracaibo, donde el avión cayó al agua!]
- Según las fotos, los vuelos se hicieron con el avión sin-cola, con el que se hicieron todas las otras exhibiciones, incluso en Trinidad, el día de su muerte.
- También muy importante: La fecha del 5 de febrero es errónea. El vuelo trágico fue el 23 de Enero de 1913.
Espero que esta info sea de utilidad para enriquecer este excelente texto.
Fotos:
Biplano Boland sin-cola en Ciudad Bolívar, Enero de 1913.
Biplano Boland sin-cola en Ciudad Bolívar, Enero de 1913. Postal #1
Biplano Boland sin-cola despegando en Ciudad Bolívar, Enero de 1913. Postal #2
Ultimo vuelo Boland, Trinidad 23 Enero 1913
Mas informacion en:
Frank-Boland-en-Venezuela-105_los-aviones-ciudades-vuelos-accidentes-fotos-confusiones