Ciudad
Bolívar, siguiendo el ejemplo de Caracas y el Zulia, montó en 1920 los llamados
Juegos Florales para los cuales sirvió de escenario el Teatro Bolívar y la
voluntad de hombres incondicionales de la cultura como el médico y poeta J.M.
Agosto Méndez. Hubo tres torneos: el primero, dedicado al Día de la Raza; el
segundo, el centenario de Juan Bautista Dalla-Costa y el último al Día de la
Paz.
Los juegos florales fueron certámenes
poéticos en los que se premiaban las mejores composiciones con una flor de oro,
de plata o con una flor natural. Se iniciaron en Toulouse, Francia, en la
tercera década del siglo XIV y luego pasaron a Cataluña, España.
Cuenta la tradición que una dama de
nombre Clemencia Isaura, instituyó la fiesta de los Juegos Florales con el objeto
de rescatar la lengua de su patria sumida en la mayor decadencia. Se realizaban
anualmente y los primeros tuvieron lugar en Toulouse o Tolosa, el 3 de mayo de
1324. El primer premio entonces fue otorgado al poeta Armando Vidas, por su
canto a la Virgen.
Los Juegos Florales de Venezuela son
muy del siglo veinte. Empezaron en Caracas, promovidos por La Revista, que era un
semanario de arte y literatura, dirigido por Luis Alejandro Aguilar y
terminaron al mismo tiempo que la demolición del Teatro de Ciudad Bolívar.
En 1915 cuando ocurrieron los de
Caracas, el poeta zuliano Udón Pérez obtuvo la Flor Natural o premio para la
mejor poesía. La Gardenia de Oro tocó a Juan Santaella y la Violeta Dorada fue
para Alejandro Fuenmayor. En Historia destacó Eloy González y en Cuento, Rafael
Bolívar Coronado.
Los Juegos Florales caraqueños
estimularon a los bolivarenses que tenían un escenario ideal para el evento.
Tal el Teatro Bolívar inaugurado en 1883. Sólo necesitaban una fecha trascendente y ninguna mejor que el Día de la
Raza que para entonces se celebraba en los países de habla hispana sin las
contradicciones y manifestaciones actuales.
El mediodía del domingo 2 de agosto de
1920, se reunieron en la casa del Br. César Augusto Acosta un grupo de
venezolanos y españoles para formar la novedosa Junta Organizadora de la Fiesta
de la Raza, teniendo como acto central los Juegos Florales o torneos
intelectuales de remota prosapia gala.
La Junta quedó integrada por Gabriel
Bertrán Dalla-Costa en calidad de presidente; Dr. Manuel Felipe Flores,
Vicepresidente, y Secretario, Br. César Augusto Acosta.
Como jurado de los Juegos Florales
fueron designados, en el reglón Poesía (Rosa natural): J. M. Agosto Méndez,
Hilario Machado y Santiago Sosa. Historia (Gardenia de oro): Dr. R. Villanueva
Mata, Félix R. Páez y J. Mendoza Briceño. Cuento (Violeta de oro): Juan M.
Sucre, Buenaventura Bertanan y Enrique Arenas.
También se acordó abrir un concurso
para ponerle música al Himno de la raza que ofreció escribir el poeta J. M.
Agosto Méndez y para cuyo jurado fueron elegidos José Francisco Calloca, Carlos
Afanador y Columbo Silva Bolívar.
Himno De La Raza
Coro
La enseña gualda y rojo y el
iris mirandino
que en memorables campos
la Historia consagró,
confunden sus colores y
juntas el camino
recorren, que la Gloria
de lauros tapizó.
I
Ya después antiguos
rencores
y cantando poema
inmortal
Venezuela y España
sus flores
Ofrendas altivas al
mismo ideal
II
Nobles pueblos
altivos, ufanos
de su lustre
y heroico esplendor
rememoran
cual buenos hermanos
la sangre,
el idioma, la fe y el valor.
III
Vencedores no hay
vencidos
y al amparo
de afecto cordial,
esos
pueblos celebran unidos
tan grata victoria
con himno triunfal.
El Día de la Raza comenzó a celebrarse
el día 10 de octubre con Te Deum en la Catedral y discurso del Pbro. Martín
Grisasola. Las autoridades se trasladaron a la Plaza Bolívar para las ofrendas
florales y las palabras de rigor que allí le tocó pronunciar a Víctor Monedero
a nombre de la Colonia española.
Los Juegos Florales se escenificaron en
el Teatro Bolívar el Día 12 de Octubre y transcurrió conforme al siguiente
programa que iba presentando en cada caso el “Mantenedor”, Doctor J. M. Agosto
Méndez, en reemplazo de Hilario Machado, quien debió viajar de urgencia a
Caracas por la muerte de su hermano Alfredo Machado; 1. Sinfonía ejecutada por
la Banda Gómez ya con el patio, palcos y balcones del Teatro llenos y
destacando en primera fila el Presidente del Estado, Gral. Marcelino Torres
García y el Secretario de Gobierno, Dr. R. Villanueva Mata; 2. Apertura del
acto por el Presidente de la Junta, Gabriel Bertrán Dalla-Costa; 3. Entrada de
la Reina, Carlota Plaza Natera, acompañada de su corte integrada por María
Carranza, Panchita Contasti, Herminia Casado, Isabel Aristeguieta, María Teresa
Aristeguieta y Ana María Contasti; 4. Lectura del poema homenaje a la Reina y a
la Corte; 5. Lectura del Acta del Jurado: 6. Incineración de los sobres
correspondiente a los trabajos no premiados; 7. Proclamación de los autores
premiados, lectura de los trabajos y premiación; 8. Sinfonía ejecutada por la
Banda Gómez; 9. Discurso del Mantenedor; 10. Himno de la Raza ejecutada por la
Banda (letra de J. M. Agosto Méndez y música de Caros R. Killen).
En este torneo de intelectuales, el
premio de la Flor Natural, fue para F. Cova Fernández por su Canto Inmortal de
diez versos, el primeros de los cuales dice: “Bajo el palio glorioso de las ínclitas velas/ la gran Alma Latina,
sobre tres carabelas, / a las vírgenes playas de América arribó / Aclamando el
prodigio de la madre Castilla / desató el Orinoco su argentea maravilla, / y
sobre el Nuevo Mundo nueva raza nació.”
El premio la Gardenia de Oro lo obtuvo B. Tavera Acosta
por su trabajo de historia: “Las estrellas de la Bandera nacional” y el premio
de Violeta de Oro fue adjudicado al cuento” Música Criolla.”
Hubo accesit para los poemas “La Insignia de la Cruz”, de María Cova
Fernández; “Ve de cara a la gloria de la
apoteosis”, de R. Del Valle Lavaux y “Canto
de la vida”, de T. Marcano Villanueva. Asimismo para los trabajos de
historia “Jardín Heroico”, de Darío
Monserrat y “La agonía de la colonia”,
de Leonte Olivo. También recibieron accesit los cuentos “El propio esfuerzo”, de Eduardo Oxford López y “El nido roto” de Leonte Olivo.
Estos primeros Juegos Florales de
Ciudad Bolívar coincidieron con los segundos del Estado Zulia, presididos por
el poeta Udón Pérez y propiciados por el Centro Literario de ese Estado, con
motivo del centenario de la adhesión de Maracaibo a la República.
Segundos Juegos Florales
Los segundos Juegos Florales fueron
programados para el 23 de febrero de 1923, con motivo del centenario del
natalicio del prócer civil guayanés Juan Bautista Dalla-Costa. Presidió la
Junta Organizadora el Dr. J. M. Agosto Méndez, acompañado en las
vicepresidencias por Juan Manuel Sucre y Oscar Sananez López. Como Tesorero
trabajó Natalio Valery Agostini.
Para este segundo torneo concurrieron
116 trabajos repartidos en 30 Poemas Lírico-descriptivos; 50 sonetos; 35
Cuentos y 11 trabajos de Historia.
Los galardonados en la ocasión fueron
Rafael Yépez Trujillo (Maracaibo), quien obtuvo la Flor Natural por su poema lírico “Divino Mundo”; Leonte Olivo (Valencia) por su poema descriptivo “Araguajuma” mereció la Rosa de Oro; Luis Barrios Cruz
(Calabozo), Violeta de Oro por su
soneto a Guayana; B: Tavera Acosta (Carúpano), Nardo de Oro, por su trabajo de Historia “Las Provincias Orientales de Venezuela en la Primera República”.
Otros intelectuales distinguidos fueron: Jesús Marcano (Margarita), Udón Pérez
(Maracaibo), José Vallenilla (Ciudad Bolívar), Pedro José Muñoz (Guanare) y Ana
Teresa Parra Sanojo (Teresa de la Parra), quien recibió el Premio Especial del
Presidente del Estado Vicencio Pérez Soto, por su cuento “La Mamá X”, que posteriormente incluirá en su conocida novela
Ifigenia.
Terceros Juegos Florales
Los terceros y último Juegos Florales
de Ciudad bolívar se realizaron el 21 de julio de 1928 con motivo del
aniversario de la Batalla de Ciudad Bolívar, en 1903, que selló la victoria del
gobierno de Cipriano Castro sobre la llamada Guerra Libertadora. La fecha de
esa batalla ganadora por el General Juan Vicente Gómez fue declarada Día
de la Paz por el Presidente del Estado Bolívar, Gral. Silverio González
y se conmemoró con estos Juegos Florales que presidió el médico J. M. Agosto
Méndez.
Acompañaron entonces en la Junta
organizadora al Dr. Agosto Méndez, el señor O. Sananez López en calidad de
Vicepresidente y como Secretario el poeta J. R. Del Valle Lavaux. La Reina del
evento fue Stella Gómez Machado.
Ganaron el concurso el poeta Roberto
Picón Lares con el poema “Amor Primero”;
C. Medina Chirinos, con el cuento “El
Sabio que no supo curar el dolor”; César Gómez con el trabajo de historia “Época de la Independiente” y F. Guevara
Núñez, con la comedia “Voluntad”.
Tal vez si el Teatro Bolívar se hubiera
mantenido en pie, los Juegos Florales habrían continuado, pero el “Templo de Talía” fue demolido en parte
el año siguiente con miras a una reconstrucción que asegurara su permanencia
indefinida en el tiempo, según informe levantado por el inspector de Obras
Públicas coronel Leoncio Ramírez y los miembros de la Junta Administradora del
Teatro, Adán Blanco Ledesma, José Francisco Miranda y Antonio Valera
Villalobos. La demolición se cumplió. Lo que no se dio jamás fue su
reconstrucción.
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